Posiblemente Adela y Teresa no son
conscientes de la felicidad que provocan a sus particulares 'pacientes'.
Estas dos enfermeras trabajan desde hace muchos años en el Centro de Atención Primaria Alcalá de Guadaira, en Puente de Vallecas.
Para ellas su compromiso con el barrio y sus vecinos va más allá de su trabajo diario propiamente dicho y por eso se han embarcado en unos talleres de 'Educación para la Salud'.
Uno de ellos, el que hemos ido a visitar, tiene la risa como protagonista. Tal vez sea el único taller de este tipo en un centro de salud público de la Comunidad.
UNA NECESIDAD
Tanto Teresa como Adela lo pusieron en marcha porque pensaban que el barrio lo necesitaba. Y así era.
A través de juegos, música y muchas risas, los 'pacientes' (por llamarlos de alguna manera) se olvidan por un momento de sus problemas. «Sacar lo bueno de lo malo», dice uno de ellos. Las enfermeras explican que muchas veces se trata de personas con depresión y que gracias a estas aulas se refuerza su autoestima, sus relaciones grupales y hasta se entrena su memoria.
PELUCAS Y BAILES
«El objetivo es abrir las puertas y ventanas de la conducta», cuenta Adela. Y lo hacen de una manera muy particular: a través de la música, de los disfraces, las pelucas, el baile, los chistes... Y debajo de todo ello una enseñanza.
«Les ha servido para evitar el aislamiento, quedan a tomar café fuera de las clases...», apunta Adela.
«Han aprendido a ser ellos mismos, a sacar el niño que todos llevamos dentro».
Feli, Socorro, Antonio, Benedicta, Felipa y así hasta una decena de vecinos del barrio de toda la vida que ahora han encontrado en este taller una manera de deshinibirse. Cuentan que algunos de ellos al principio, los primeros días que acudieron al taller, no se atrevían a bailar delante del resto.
Ahora han aprendido a sentirse más seguros ante cualquier dificultad de la vida. Llevan ya cerca de un año con este taller con el que han conseguido relativizar los problemas, que son muchos en estos tiempos que corren, con el arma más saludable, divertida y barata que existe: la risa.
HAN ESCRITO HASTA UN LIBRO
Adela Garrote y Teresa del Cojo, las enfermeras que imparten el taller, han plasmado negro sobre blanco todo lo que saben en 'La educación grupal para la salud. Reto o realidad', un libro a modo de guía didáctica que incluso incluye un DVD. Este trabajo está destinado para todas las personas interesadas en ser dinamizadoras de talleres, como ellas, para la prevención y promoción de la salud.
Para ellas su compromiso con el barrio y sus vecinos va más allá de su trabajo diario propiamente dicho y por eso se han embarcado en unos talleres de 'Educación para la Salud'.
Uno de ellos, el que hemos ido a visitar, tiene la risa como protagonista. Tal vez sea el único taller de este tipo en un centro de salud público de la Comunidad.
UNA NECESIDAD
Tanto Teresa como Adela lo pusieron en marcha porque pensaban que el barrio lo necesitaba. Y así era.
A través de juegos, música y muchas risas, los 'pacientes' (por llamarlos de alguna manera) se olvidan por un momento de sus problemas. «Sacar lo bueno de lo malo», dice uno de ellos. Las enfermeras explican que muchas veces se trata de personas con depresión y que gracias a estas aulas se refuerza su autoestima, sus relaciones grupales y hasta se entrena su memoria.
PELUCAS Y BAILES
«El objetivo es abrir las puertas y ventanas de la conducta», cuenta Adela. Y lo hacen de una manera muy particular: a través de la música, de los disfraces, las pelucas, el baile, los chistes... Y debajo de todo ello una enseñanza.
«Les ha servido para evitar el aislamiento, quedan a tomar café fuera de las clases...», apunta Adela.
«Han aprendido a ser ellos mismos, a sacar el niño que todos llevamos dentro».
Feli, Socorro, Antonio, Benedicta, Felipa y así hasta una decena de vecinos del barrio de toda la vida que ahora han encontrado en este taller una manera de deshinibirse. Cuentan que algunos de ellos al principio, los primeros días que acudieron al taller, no se atrevían a bailar delante del resto.
Ahora han aprendido a sentirse más seguros ante cualquier dificultad de la vida. Llevan ya cerca de un año con este taller con el que han conseguido relativizar los problemas, que son muchos en estos tiempos que corren, con el arma más saludable, divertida y barata que existe: la risa.
HAN ESCRITO HASTA UN LIBRO
Adela Garrote y Teresa del Cojo, las enfermeras que imparten el taller, han plasmado negro sobre blanco todo lo que saben en 'La educación grupal para la salud. Reto o realidad', un libro a modo de guía didáctica que incluso incluye un DVD. Este trabajo está destinado para todas las personas interesadas en ser dinamizadoras de talleres, como ellas, para la prevención y promoción de la salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.