Madrid, 16 may (EFE).- La Casa
Velázquez de Madrid ha abierto sus puertas de nuevo a los investigadores
y artistas tras permanecer cerrada durante dos años para realizar unas
obras de remodelación en las que se han invertido seis millones de euros
y que han servido para adaptar sus instalaciones a la normativa de
seguridad actual.
La Casa Velázquez, inaugurada en
1928 en un terreno cedido por el Estado español a Francia en lo que
posteriormente se convertiría en el campus de la Universidad
Complutense, se había mantenido entre 1959 y 2003 sin acometer ninguna
obra de remodelación, por lo que, según su director, Jean-Pierre
Étienvre, no cumplía "de ninguna manera" la normativa de seguridad
vigente.
Por este motivo, en los dos últimos años
sus instalaciones, concebidas como centro de creación artística y de
investigación -según el convenio firmado con el Estado español-, se han
mantenido cerradas para ajustarlas a la normativa antiincendios, para
mejorar su accesibilidad, modernizar su electricidad y acometer la
instalación de aire acondicionado.
La reapertura
oficial de sus instalaciones tendrá lugar mañana, en una recepción que
contará con la presencia del embajador de Francia en España, Bruno
Delaye, y que coincide con la inauguración de su exposición anual, que
en los dos últimos años ha debido realizarse fuera de sus paredes, y
acoge la obra de los jóvenes artistas becados actualmente por el
Ministerio de Enseñanza francés.
Según ha
explicado su director en una visita a la Casa Velázquez con motivo de su
reapertura, el Estado español cedió los terrenos para su construcción
con la condición de que nunca dejase de prestar servicios como centro de
creación para investigadores y artistas, motivo por el cual sus
gestores tenían "mucho interés" en seguir "con las normas de la misión".
Los
seis millones de euros que se han invertido en su rehabilitación han
sido aportados en su totalidad desde Francia, mientras que el programa
de becas cuenta con una partida cercana a los cinco millones de euros.
Ese
presupuesto permite dotar a los artistas de una cuantía aproximada de
3.000 euros mensuales para que realicen su proyecto, que puede durar dos
años, mientras que la cantidad mensual destinada a los investigadores
es algo superior, según Étienvre.
El centro
selecciona a investigadores doctorandos o postdoctorandos que realicen
trabajos en el ámbito de las Ciencias Humanas y Sociales y les concede
un régimen de residencia durante ese tiempo, aunque también existen
becas de corta duración.
Una de las joyas de la
Casa Velázquez -que fue destruida en 1936, durante la guerra civil, y
reabierta en su actual emplazamiento en 1959- es su biblioteca, que
actualmente cuenta con 120.000 libros y 1.600 títulos de revistas y a la
que puede acceder "cualquier estudioso de la cultura hispánica".
Entre
los artistas becados este año se encuentra Anna Laura Boyer, de
nacionalidad francesa y autora de un trabajo en el que, sobre unos mapas
antiguos de pantanos españoles como los de Valdecañas (Toledo), Riaño
(León) o Yesa (Huesca), ha creado unas mesas de luz que dejan al
descubierto de nuevo lo que las aguas cubrieron en su momento.
No
obstante, entre los becarios, que pueden ser franceses o extranjeros y
están tutelados por el director de Estudios Artísticos, Xavier Baudoin,
pueden estar representadas todas las disciplinas artísticas.
Además
de su rica biblioteca, la Casa Velázquez consta de un edificio
principal en el que se ubican 33 habitaciones destinadas a los becarios y
17 talleres individuales para artistas, situados en su mayoría en el
jardín, donde los creadores disponen de un espacio para trabajar, una
habitación y una pequeña cocina.
Para el escultor
Étienne Fouchet la oportunidad que les brinda la Casa Velázquez es
"excelente", por lo que cuenta, después de un año de beca, con poder
renovar por otro ejercicio para seguir trabajando en este oasis en medio
de Madrid. EFE
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